Ventitres // 13-05-10 // Juntos, no revueltos

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La Central de Trabajadores Argentinos le puso tope a la unión con la Confederación General del Trabajo.

Por Franco Mizrahi

Una expresión de deseo, una utopía, un inverosímil o una unión de hecho. Por dispares que sean, cualquiera de estas calificaciones podría graficar las palabras que el secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), Hugo Moyano, manifestó el 12 de mayo respecto de la unión de su central obrera con la Central de los Trabajadores Argentinos (CTA). El correlato de sus declaraciones se encuentra en el pasado cercano. Como el camionero ya había recordado en otras ocasiones, la CGT y la CTA actuaron en conjunto en “los despidos que se produjeron en LRT 3 de Rosario y el diario La Capital, así como en un intento de la Justicia de Córdoba de hacer juicio a unos compañeros por realizar protestas gremiales”.

Este último acontecimiento fue uno de los disparadores de las palabras del camionero. El 21 de abril de este año, al encabezar un acto en respaldo de los trabajadores cordobeses, sostuvo que la unidad con la CTA “ya ha comenzado” y que tiene “muy buena relación con su gente”.

Moyano volvió a manifestarse en la misma sintonía menos de un mes más tarde cuando aseguró: “Hoy deberíamos hablar de la unidad y no si corresponde o no una central más. Esa no es la solución para el trabajador. Venimos actuando en conjunto. Se está dando la unidad en la acción, falta la otra unidad, que es más difícil, pero no pierdo las esperanzas. Algún día podremos estar todos juntos”.

Las declaraciones del sindicalista se enmarcan en la víspera del X Congreso Nacional de Delegados de la CTA que se realizará el viernes 14 de mayo y las disputas internas que se están dando en la central por las elecciones de septiembre. Son conocidas las diferencias que hay entre Hugo Yasky, actual secretario general de la CTA, más dialoguista y cercano al Gobierno, y Víctor De Gennaro, cercano a Pino Solanas y más radical en sus posiciones.

Consultado por Veintitrés, desde La Quiaca, Jujuy, Yasky aseguró que lo de Moyano “es una expresión de deseo, que no se condice con la realidad que representan la CGT y la CTA. En las expresiones de Moyano hay algo que no queda claro, y es el reconocimiento legal que reclama nuestra central. Nosotros tenemos una legitimidad y representatividad que solamente está puesta entre signos de interrogación por aquellos que todavía persisten en negarnos la personería gremial”.
Y agregó: “Creemos en la unidad de acción cada vez que haya que salir a defender intereses en cuestiones vitales para los trabajadores, pero eso no significa que vamos a dividir nuestra central. Sería desconocer la historia de los últimos años y no diferenciar los modelos de construcción sindical”.

Diferencias que no desaparecen por arte de magia.

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