Miradas al Sur // 06-06-10 // Duhalde no tiene con quién hacer juego
Por: Pablo Galand
A seis meses de haber lanzado su candidatura sigue lejos de ser el conductor del peronismo disidente. Durante las jornadas en que el pueblo argentino vivió uno de los momentos colectivos de mayor euforia con los festejos del Bicentenario, Eduardo Duhalde prefirió utilizar esos días no laborables para cruzar a Punta del Este y alojarse en el exclusivo Hotel Conrad. Allí pudo 
desplegar en plenitud la actividad que junto a la caza de tiburones es la que más placer le provoca: las partidas de póquer. Recién se lo vio de nuevo por estas pampas el 25 de mayo, cuando participó de la misa que se ofició en la Catedral de Lomas de Zamora. Como si se tratase de una metáfora de su tozuda candidatura presidencial, el que alguna vez fue el hombre fuerte de la provincia de Buenos Aires no sólo estuvo totalmente ajeno a la manifestación popular histórica sino que además la vio desde la vereda de enfrente. A seis meses de su lanzamiento, Duhalde no logra generar ningún tipo de entusiasmo en la población, ni tampoco en la dirigencia. Los diferentes referentes del peronismo disidente no lo caracterizan como su conductor, apenas si lo ven como uno de sus pares. Para peor, en su distrito, Felipe Solá y Francisco De Narváez se animan a disputarle el espacio. A esta altura, está claro que para el caudillo lomense las cartas ya están echadas.Con los mismos de siempre. Como todo el arco opositor, Duhalde se envalentonó con el resultado electoral del 28 de junio y a fines del año pasado sinceró lo que todo el mundo sabía: aquella promesa de retirarse de la arena política quedaba en saco roto y en un gesto patriótico era el primer dirigente que anunciaba su postulación para el muy lejano 2011. Fue durante el veranito eufórico que vivió la oposición, que en el Congreso había logrado dejar en minoría al oficialismo en algunas comisiones parlamentarias y creía que con eso alcanzaba para marcarle la agenda al Gobierno. Pero los días sucesivos le demostraron que no era así. Duhalde también se dio un baño de realidad desde aquel anuncio. Especulaba que una vez producida la ajustada derrota del kirchnerismo en la provincia de Buenos Aires, aquellos barones del conurbano que durante mucho tiempo le fueron fieles y lo habían traicionado, volverían en fila a visitarlo a su morada sureña. A su vez, con su criatura el Movimiento Productivo Argentino, confiaba que podía darles cobijo a sectores vinculados con la industria y el campo. Pero nada de esto pasó. A la hora del repaso, el caudillo sigue contando con los mismos dirigentes entre desgastados y marginales con los que arrancó: Luis Barrionuevo, Carlos Brown, Daniel Chicho Basile, Miguel Ángel Toma, Gerónimo Momo Venegas y su esposa Chiche. Demasiado poco para enfrentar una virtual elección interna contra Néstor Kirchner como fue su intención original.
“La impresión que tengo es que Duhalde va a ir por afuera. Sinceramente no creo que vaya a terminar haciendo el sacrificio político de una interna dentro de la estructura del Partido Justicialista que claramente la perdería”, asegura el consultor político Carlos Fara. Por cierto, desde el mismo duhaldismo comienzan a relativizar esa posibilidad. El dirigente Carlos Brown señala que “la intención de todos nosotros es participar de las internas del PJ”. Pero a la vez enumera una serie de salvedades: “Estamos mirando atentamente porque la ley electoral no ha sido reglamentada, no sabemos qué pasa con la Junta Electoral, no sabemos qué puede pasar con los acuerdos en las alianzas que las autoridades del partido pueden llegar a realizar a espaldas de las líneas internas. Si se dan todas las condiciones como corresponde, nosotros vamos a participar. Si no tendremos que buscar otra alternativa”.
Quien sí ya decidió buscar otra alternativa es Felipe Solá, que esta semana oficializó su candidatura presidencial.
Supuestamente integrante de un mismo espacio político que Duhalde, el anuncio pone en evidencia el riesgo de una atomización dentro del peronismo federal. Para Fara, más allá de los últimos movimientos, entiende que de esta fracción surgirá un solo candidato. “Sería suicida que vayan con más de una lista a las elecciones nacionales. Si dentro del espacio aparece un candidato mejor, Duhalde se baja, lo cual me parece que va a ser lo más probable. Lo que está haciendo ahora es un trabajo de instalación, de manifestar la voluntad, ocupar el espacio y en el mejor de los casos, si no hay nadie que mida mejor que él en las encuestas, se queda.” En ese sentido, Brown comenta que desde su sector la idea es formar una “mesa de trabajo” con todos los referentes del peronismo federal. “De esa mesa va a salir claramente el conductor”, afirma, sin arriesgarse a dar por seguro que será su jefe político el elegido.
Por lo pronto, ante la imposibilidad de convocar a dirigentes de peso de todo el abanico peronista, Duhalde intenta capitalizar la demanda del sector patronal agrario a través de su bendición a la candidatura de Eduardo Buzzi como gobernador de la provincia de Santa Fe. De todos modos, habrá que ver si a alguno de los dos les conviene esta alianza. “No hay que confundir representación gremial con representación electoral”, sostiene Fara. “Porque pongan un candidato agropecuario no significa que automáticamente todo ese sector se va a volcar electoralmente a favor de él. A su vez, Duhalde no tiene una buena imagen y no sé si a la hora de lanzarse a la arena política lo que más le conviene a Buzzi es quedar pegado a aquél”, agrega.El gran aliado argentino. Quien sí desea fervorosamente la vuelta de Duhalde a la Rosada es el Grupo Clarín. En Tacuarí al 1700 no olvidan que gracias a la ley de bienes culturales que en 2002 promovió el por entonces presidente de la Nación el multimedios no quedó en manos de los acreedores externos. Magnetto y compañía devolvieron el favor cuando tras la represión desatada en el Puente Pueyrredón contra los movimientos sociales, que terminó con los asesinatos de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, el título de portada del diario del día siguiente fue “La crisis causó dos nuevas muertes”. Desde entonces, el monopolio y Duhalde han transitado por el mismo sendero. No es de extrañar, entonces, que a la hora de buscar asesores para mejorar su alicaída imagen, el caudillo recurra a figuras vinculadas al monopolio. El semiólogo Eliseo Verón viene trabajando desde hace un año con Duhalde en la construcción de un discurso basado en “el consenso” y “las políticas de Estado”. Además de ser un prestigioso intelectual, Verón es profesor plenario en la Maestría de Periodismo de la Universidad de San Andrés y el Grupo Clarín y entre otras empresas asesoró a Canal 13. El otro asesor de Duhalde es el periodista Jorge Raventos, quien en su última columna en el sitio http://www.lapoliticaonline.com definió como una “persecución” la decisión de la jueza Arroyo Salgado de efectuar una muestra para la extracción del ADN a los hermanos Noble Herrera. Además, en la misma columna celebra que haya jueces que se animen a abrir causas como “el asunto de los medicamentos falsificados hasta los créditos fraguados de la Oncca, los negocios raros con Venezuela o el enriquecimiento del ex secretario de Transporte”, casualmente los mismos temas que desde hace un mes insistentemente trata de instalar Clarín desde sus portadas.
Sin peronistas, sin dirigentes agrarios, hasta ahora lo más probable es que para cuando el pueblo defina su voluntad en las urnas a fines de 2011, a Duhalde no le quede otra alternativa que volver a darse una vuelta por Punta del Este para jugar al póquer.
--
Blog Opiniones Creadas http://opinionescreadas.over-blog.es/ y Blog Videos Opiniones Creadas http://videosopinionescreadas.over-blog.es