Newsweek // 10-09-09 // Los nazis y el origen del SIDA

Carlos de Napoli vuelve a la carga contra el nazismo. autor de varios libros de investigación que lo convirtieron en un experto en el tema, entre ellos “Nazis en el sur”, “El pacto Churchill-Hitler” y “Los científicos nazis en Argentina”, el escritor plantea en “La fórmula de la eterna juventud”, que acaba de publicar Editorial Norma, que la talidomida, droga que provocó malformaciones en miles de niños a finales de la década de 1950, fue probada en los campos de concentración del Tercer Reich, mucho antes de que la patentara el laboratorio alemán Chemie Grünenthal en 1954.
 
Y adelanta una nueva hipótesis sobre el origen del SIDA. Advierte que el nazismo no ha sido bien retratado por la cultura occidental y que experimenta un preocupante crecimiento que se manifiesta en expresiones antisemitas y fascistas, incluso en la Argentina. Habló con Cristian H. Savio, de Newsweek. Extractos:

¿Por qué dice que para Hitler era “políticamente imprescindible” descubrir la fórmula de la eterna juventud?

Más que para Hitler, para los que lo rodeaban. Una persona sin descendencia era un peligro para un Reich de mil años, como estaba pensado. Con un dictador de tal magnitud, era imprescindible demostrarle al pueblo que se iba a prolongar a través del tiempo, porque si no un mínimo accidente destruiría al Reich. Desaparece Hitler y desaparece la estructura del nazismo, que era unipersonal. No había sucesión. De hecho, no la hubo: cayó Hitler y cayó el nazismo.

Adorno y Horkheimer plantean en “Dialéctica del Iluminismo” que Auschwitz es la expresión más clara de la racionalidad técnica. ¿El sentido de Auschwitz fue científico?

Auschwitz era una gigantesca planta de combustible y caucho sintéticos. Para poder explotarla se creó el campo de concentración y gran cantidad de esta gente era usada como prueba para experimentos de medicamentos. Pero el objetivo de la planta era proveer de combustible líquido para la maquinaria de guerra por el método de hidrogenación directa de carbón ideado por Friedrich Bergius, cuya tumba encontré en el Cementerio Alemán de Chacarita.

¿Cómo surgió la hipótesis de que la talidomida tuvo su origen en el nazismo?

Por documentación que encontré en el año ‘78 en el propio edificio central de la I.G. Farbenindustrie AG, en Frankfurt. Uno de los documentos era un memorándum interno en el que Fritz ter Meer, capitoste de la empresa, informaba en 1944 a Karl Brandt, médico personal de Hitler y plenipotenciario del Reich para la Salud, de la prueba exitosa de la droga, identificándola con números y su fórmula empírica. De todas formas, la talidomida era conocida por la Farben desde mucho antes, al menos desde 1936. Luego la fórmula fue “expropiada” por los ingleses e investigada por renombradas universidades.  Después, el laboratorio alemán  Chemie Grünenthal introdujo la droga al mercado. Lo que siguió ya los sabemos: miles de nacimientos con terribles deformaciones que marcaron de por vida a quienes sobrevivieron.

¿Cómo se relaciona la aparición del SIDA   con esto?

Por uno de los métodos de rejuvenecimiento que hacía Sergei Voronov, que consistía en el transplante de testículos de monos en el ser humano. En un memo que Josef Mengele le entrega a su socia del laboratorio Fadrofarm de la Argentina, donde le adelanta que lo van a extraditar y le indica qué investigaciones seguir, pero le advierte que tenga cuidado con el método Voronov porque desataba una enfermedad. En esa época, años ‘30 ó ‘40, es cuando la mayoría de los técnicos dice que el SIDA pasó del mono al hombre. Mi próximo libro seguro versará sobre esto. A ver si se puede conseguir quiénes fueron los transplantados y analizar los cuerpos.

La película “La ola” plantea cuán posible puede ser, en una sociedad como Alemania, una nueva experiencia totalitaria como la  del nazismo. ¿Usted cree que es posible?

En Europa ya es una realidad. Y acá en Buenos Aires, si aparece un hombre con bigotito a lo Hitler lo vota el 99 por ciento. La derechización actual del votante porteño no es un hecho mágico. Es una sociedad totalmente derechizada. Un ejemplo son los dichos del dirigente del PRO Jorge Fornari, que habló de “quemar a las ratas de la villa miseria”. Creo que la mayoría de la población piensa que ése debe ser el camino. Otro ejemplo resulta Pino Solanas, que durante la campaña, a medida que se publicaban carteles sobre su presunto antisemitismo, aumentaba el caudal de votos en las encuestas. Nadie gana 15 ó 16 por ciento de votos de golpe. A nivel mundial hay un creciente antisemitismo, una de las caras del nazismo.

¿Cree que el cine retrata de manera correcta al nazismo?

Jamás lo hizo. Casi siempre dio una versión de la realidad armada por el Gobierno británico. La mayoría de las historias sobre la Segunda Guerra Mundial se basa en lo relatado por Winston Churchill, un acérrimo anticomunista. Le ordenó al Servicio de Inteligencia que hiciera un libro con una historia oficial: Hitler murió en el búnker. Para eso contratan al historiador Hugh Trevor-Roper, conocido falsificador de documentos. Nace así “Los últimos días de Hitler”, que es la historia aún aceptada.

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